Essere se stessi

 Hola!!!!

La tarea de mudar los articulos escritos del otro blog a este y de pasar todo aquello que tengo escrito en mis cuadernos a este nuevo cyber hogar esta siendo mas lento de lo que pensaba. 

Pero como he perdido el centro (nuevamente) necesitaba (como siempre) expresarlo por algún medio y que mejor que aquí donde probablemente alguien lo lea alguna vez y donde muyyyy probablemente alguien se sienta identificado.

Es verdad que a este articulo le faltarán un par de eslabones pero a medida que vaya completando la mudanza van a ir entendiendo todo. Por lo pronto, no me pidan explicaciones.

Cuando salí de argentina, en el 2019, salí con un montón de expectativas y esperanzas. No es que ya no las tenga, al contrario, la mayoría no pudieron ser cumplidas.

Como sabrán, porque todos caímos en esta, me agarro la pandemia en italia a mes y medio de haber llegado. Todos, menos la ciudadanía, se truncaron. Todos esos viajes que tenia planeado, todos esos lugares que iba a conocer quedaron en la nada.

Me quedé en Italia a trabajar mientras esperaba que el COVID parara. Eso no paso, al día de hoy continuamos con ese tema. Pensar que cuando todo empezó yo creí que era una pavada, a los quince días ya tenia miedo y al mes estaba horrorizada. Si bien es cierto que pude hacer la ciudadanía que era mí el principal objetivo, lo demás quedó pendiente.

Un día les voy a contar sobre mí primer trabajo en Italia. Hoy solo voy a recordar el último y sin entrar mucho en detalle (porque lo voy contar mas adelante).

Fue en Trieste, en un bar de cocteles y cerveza, muy grande, muy conocido. 

Trabajé un mes, porque en situación de covid abrían y cerraban todo permanentemente. El 26 de octubre decidieron cerrar todo de nuevo, yo aún no había firmado mí contrato (porque estaba confiada), me dijeron que me pagarían al día siguiente pero como el bar debía cerrar, prescindian de mis servicios (por asi decirlo). Nunca me pagaron, jamás. Trabajé un mes exacto, gratis. Desde ese día tenía un mes y dos días para volver a casa. Encerrada, deprimida, sola. Un mes.

Cuando llegué a Argentina (toda una odisea ese retorno) estaba perdida nuevamente. Sabía que quería seguir con mí experiencia de viajar pero era consciente de que eso iba a estar un poco postergado.

Hablé con #el por teléfono (es una de nuestras vueltas por el universo sentimental) y le pedí ir a Calpe, donde estaba viviendo él, para intentar hacer algo en España.. y por supuesto para intentar algo con él. Y ahí fui, en caída libre directamente a sus brazos. 

Nos habíamos conocido en un recital de Gustavo Cerati. El había ido con quien era mí súper amigo en ese momento. El impacto que tuvo en mí fue instantáneo, eso fue en 2006 (creo...prefiero no recordar demasiado). No nos volvimos a ver, no pasó nada ese día. Yo fui la que quedó estúpidamente impactada. Una década y media después, por vueltas del destino, nos reencontramos. El ya vivía en España. Los veranos volvía a Argentina. Nunca funcionamos pero yo, especialista en remar situaciones tempestuosas, me tiré a su vida como quien salta al vacío esperando caer sano y a salvo. Vivimos juntos unos 6 meses. En mí vida, jamás, sentí ese tipo de amor...y la verdad es que no me da vergüenza haber amado tan profundamente, haberme roto, haber dado todo y haber matado una parte de mí. Yo sé que suena dramático, pues lo fue.

Vivimos 5 meses súper lindos, pero yo no lograba acomodarme en Calpe. La verdad es que no quería estar ahí, quería estar con él y él no quería estar conmigo. Lo intentó, no puedo decir que no. Pero nunca me había amado...y nadie tiene la culpa de eso. No existen culpables en eso. Y en todo caso, si hay una culpable...soy yo. Por amar de modo desmedido, por no entender que no se puede obligar al otro a amar. 

De un día para el otro estaba en la calle, sola, sin tener a donde ir. Porque, hoy que lo pienso bien, 8 meses después...no solo no había amor, eso sería lo mínimo. No hubo respeto, no hubo empatía, solidaridad, afecto, nada. Ni a un animal lo dejas abandonado, lo tiras a la calle...no sé si me explico. Cuando digo "tiras a la calle", lo digo literal, porque así fue. Me pidió que me fuera.. y asi lo hice. Nunca se comunicó conmigo para saber si estaba bien, si necesitaba algo. Hasta noviembre donde yo, volví a rebajarme, volví a escribirle. Le pedí vernos, nos vimos, me dijo que siguiera mí vida. Tengo que ser sincera y decir que escribir estos párrafos me causan una amargura tan profunda, que siento un dolor en el pecho tan fuerte que se me hace súper pesado.

Toda esta situación, me llevó a tenerme que quedar en Calpe, la temporada de verano empezaba, yo tenía que recuperar dinero, tiempo y seguir para adelante. Por suerte me acomode súper rápido en un trabajo que mentalmente me liquidó pero que me ayudó a pasar el tiempo. Eran 10 u 11 horas en las que no pensaba en lo que había pasado, pero cuando llegaba la noche...empezaba una pesadilla que no terminaba hasta que amanecía.

No hubo una noche en que no llorara. Incluso he llegado más de una vez llorando a trabajar. No me acuerdo si en una película o donde escuche "Si llorás es porque intentaste algo importante". Bueno, esto debe haber sido muy importante..mucho muy.

La idea de escribir todo esto, es porque estas cosas tambien forman parte de a vida de quienes se largan a conocer al mundo. Yo no había sentido un dolor asi antes de salir de Argentina. 

Todo esto lo estoy escribiendo desde Verona, en mí segunda vuelta por italia.. en el airbnb donde me reencontré conmigo misma.

Cuando terminó el verano en Calpe, me quedé a hacer parte del invierno y volví a Argentina. Volví rota mentalmente, anímicamente desgastada y sentimentalmente muerte. Fueron los meses mas difíciles de mí vida..pero seguí...no se como, supongo que conocí a gente maravillosa que hizo que mis días amargos sean menos amargos.

Estuve un mes y días, partí de nuevo. Volví a Calpe, pero al llegar tenía un vacío tan grande dentro, una desorientación tan espantosa que pensé en volverme a Argentina a la semana de haber llegado.

Es así como sin mucho dinero, hablé con mis padres y decidí venir unos días a Italia. Necesitaba estar sola, necesitaba pensar. Dios, me sentía tan perdida. Yo sé que estarán pensando "pobre niña rica, llora en Europa", bueno si..es cierto..y??

Eso cambia mí situación? no. Todos tenemos crisis de diferentes magnitudes, existir no es fácil. Yo no solo me perdí en esa persona si no que me rompí y creí nunca más volver a ser la persona que era. Creí que nunca mas iba a ser yo misma. Me habia convertido en otra persona y asi y todo, no era la persona que él esperaba. 

Elegí Verona, no sé porqué, supongo que porque alguna vez pase en tren y recordé la historia de amor y drama que hace a esta ciudad tan llamativa. No lo sé...o al menos no lo sabía. Fue el destino. 

No había armado ningún itinerario, ni siquiera sabia exactamente donde iba a dormir. Si tenía planeado pasar a ver a un par de personas, pero de repente ninguno estaba disponible..pasaron cosas. Solo vine a pensar...pero, pasaron cosas. Hoy todo tiene sentido...desde el día que sentí la necesidad imperiosa de volver a Italia hasta el día de hoy, donde publico el inicio de esta nueva aventura. No puedo más que repetirme una y mil veces: Estaba escrito.